La realidad aumentada, los drones y la impresión 3D pueden convertirse en cosas más cotidianas; se espera que estas tecnologías tengan un impacto masivo en el corto plazo.
Por: Carlos Fernández de Lara
La impresión 3D y la realidad virtual pueden empezar a crecer masivamente este año. (Foto: Especial)
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Inteligencia artificial, robótica humana, biotecnología, autos inteligentes o vehículos voladores, software avanzado, impresión 3D, vestibles, nanotecnología, Big Data o realidad aumentada son algunos de los conceptos que la industria de la tecnología ha promovido durante los últimos años para demostrar el acelerado ritmo de la innovación en el mundo.
Pero para la mayoría de las personas gran parte de estas innovaciones se mantienen como meros conceptos, productos de nicho o tendencias de marketing usadas por algunas compañías de tecnología para generar más ingresos y utilidades.
Aun así tendencias como la realidad aumentada, la impresión en tres dimensiones, el Internet de las cosas y máquinas (robots) personales podría tener su primer golpe en el mercado masivo durante 2015.
Éstas son 4 tecnologías que podrían cambiar nuestras vidas para siempre.
1. Realidad aumentada
A sus 20 años, el californiano Lucky Palmer construyó un caso (o lentes) de realidad virtual para videojuegos ya que consideraba que la oferta existente era “frustrante” debido a su bajo contraste, alta latencia y rango de visión pobre.
Más que un capricho, la idea de Palmer se convirtió en Oculus Rift, uno de los proyectos más financiados en la historia de Kickstarter con más de 2.4 millones de dólares y en una compañía por la que Facebook pagó 2,000 millones de dólares en 2013.
Oculus no sólo revivió un mercado que se creía muerto, sino que obligó a la industria a repensar el uso de la realidad virtuales más allá de los juegos de video. Firmas como Samsung, Sony y Google tiene programas o dispositivos completos para competir en este nuevo segmento.
De acuerdo con la consultora KZero, el sector de consumo de realidad virtual (hardware ysoftware) alcanzará un valor de 5,200 millones de dólares para 2018.
El sector explotará el próximo año, cuando la venta de dispositivos como el Oculus VR pasen de menos de 200,000 unidades en 2014 a más de 5.2 millones en 2015, para por fin rebasar los 23 millones anuales en 2018.
Los primeros mercados en ser impactados son los videojugadores y amantes del entretenimiento; sin embargo, la consultora estima que sectores como el educativo, salud y militar podrían verse beneficiados por esta tecnología.
2. Drones
Los drones no son un mercado o tendencia nueva; sin embargo, se espera que en 2015 su se expanda más allá del entretenimiento, seguridad y agricultura. Sectores como el retail,deportes e incluso medicina podrían comenzar a experimentar con el uso de estos vehículos.
Lux Research estima que en 2025 los drones para vigilancia de campos, riego o mapeo de hectáreas en agricultura alcance los 350 millones de dólares. Ese mismo año la venta de drones no militares podría rebasar los 25 millones de unidades.
De acuerdo con la consultora, 2015 será el año en el que los drones de uso civil comience su adopción masiva a medida que firmas como Parrot y DJI reduzcan los costos de los equipos, mejoren su alcance y control.
Aunque aún se necesita que los gobiernos legislen y regulen el sector, se espera que el uso de drones desarrolle una nueva economía. En los próximos años este tipo de vehículos no tripulados podrían llevar desde la pizza y productos que ordenemos por internet, hasta medicamentos o transformar la industria de la fotografía o cinematografía.
3. Impresión 3D
El 2015 no será el año en que todos los hogares tenga una impresora 3D, como si se trata de un microondas; sin embargo, el precio de estos equipos puede caer por debajo de 500 o hasta 300 dólares.
La consultora Gartner proyecta que la demanda de equipos de impresión 3D crecerá 98% durante 2015, y en 2016 duplicará el número de unidades como resultado de equipos a menor costo y mejores procesos de impresión.
Al mismo tiempo, su uso cambiará drásticamente industrias como la medicina, alimentos, automotriz y arquitectura.
Algunos expertos estiman que en el futuro no sólo podrás imprimir una funda de iPhone, tornillo o una prótesis de brazo, sino también la cena, órganos o hasta ropa.
4. Internet de las Cosas
La idea de que cafeteras, lavadoras, refrigeradores, termostatos, autos, y hasta la cerradura tengan conexión a Internet es cada vez más un producto que un concepto de mercado. Firmas como Cisco, IBM e Intel apuestan que Internet de las Cosas se convierta en uno de los mercados con mayores ventas en el mundo para 2020, con más de 3 billones (trillions) de dólares.
2015 marcará la masificación de conceptos como hogares, oficinas o ciudades inteligentes, en las que millones de dispositivos conectados a la red entregan información para mejorar las condiciones de vida de cada ciudadano.
Aún así el futuro de IoT, como se le conoce, todavía enfrenta varios desafíos a nivel global de regulación, procesamiento de información, privacidad e incluso de alcance de anchos de banda; sin embargo, la tendencia podría resolver problemas como congestionamientos viales, atención médica, problemas ecológicos y, de manera más personal, entregaría una mayor interacción y funcionalidad con nuestros dispositivos. Imagina un futuro en el que tu refrigerador haga el súper por ti con base en los alimentos que se hayan acabado o estén por terminarse.
Impresoras 3D podrían revolucionar la guerra y la economía
Tras haber sido durante mucho tiempo anecdótica, la impresión en tres dimensiones empieza a tener usos múltiples, en particular en el sector de la Defensa, que podrían anunciar una nueva revolución industrial, según los expertos.
Para muchos, la impresión en 3D sigue siendo un "gadget", eficaz únicamente para reproducir figuritas en plástico. Pero con el vencimiento reciente de varias patentes cruciales, las nuevas impresoras capaces de utilizar metales, madera o tela van a ser mucho más accesibles, lo que permite entrever un cambio histórico para la producción manufacturera.
Siempre en búsqueda de nuevas tecnologías, la poderosa industria de la Defensa está en la vanguardia de estas innovaciones. El ejército de Estados Unidos invierte masivamente en la impresión tridimensional para poder producir uniformes, piel sintética para curar a los heridos o incluso alimentos, explica Alex Chausovsky, analista de IHS Technology.
Investigadores del famoso MIT (Massachusetts Institute of Technology) han inventado incluso la "impresión en 4D", con materiales que se transforman en contacto con otros elementos como el agua. Esto podría llevar un día a la fabricación de uniformes camaleón que cambiarían de color en función del entorno.
La tecnología tiene ya sus primeras aplicaciones prácticas.
A finales de diciembre, la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) pudo fabricar una especie de llave inglesa cuyo diseño le fue enviado desde la Tierra, gracias a una impresora 3D especialmente adaptada a la ingravidez.
A finales de 2013, el gigante británico del armamento BAE Systems integró por primera vez una pieza de metal impreso a un cazabombardero Tornado. En un video reciente, el grupo imagina posibles utilizaciones para el futuro, como por ejemplo la impresión tridimensional de un avión.
"Es una perspectiva a largo plazo, pero tenemos el objetivo de fabricar una aeronave utilizando exclusivamente la tecnología de impresión 3D", explica Matt Stevens, responsable de la división de impresión 3D en BAE.
- Revolución y nuevos riesgos -
Conseguir llevar impresoras al campo de batalla también podría revolucionar las técnicas de combate y la industria de la Defensa, subraya Peter W. Singer, experto en la guerra del futuro en la New America Foundation.
"Soldados desplegados en lo más recóndito de Afganistán podrían, por ejemplo, crear un programa para fabricar una pieza de recambio e imprimirla", lejos de las cadenas de producción de la industria armamentística.
En materia de política exterior, la tecnología acabaría con la práctica de las sanciones.
"Estados Unidos ha impuesto sanciones a todo, desde la piezas de recambio de los aviones de combate a los equipamientos petroleros. Pero la impresión en 3D podría volver totalmente obsoletas esas sanciones, que constituyeron una parte crucial de las políticas exteriores desde hace una generación", agrega Singer.
Esta facilidad para producir armas fuera de los circuitos industriales clásicos conllevará también nuevos riesgos.
"Imagínese que expertos en explosivos de Oriente Medio se pusieran a fabricar bombas con apariencia de objetos de la vida cotidiana o un lobo solitario imprimiendo un arma clásica con la que pudiera engañar a los pórticos de seguridad de la Casa Blanca", advierte Chausovsky.
Además de este creciente riesgo de seguridad, sería sobre todo una revolución económica con consecuencias imprevisibles.
Si cualquiera pudiera imprimir bienes, los países cuya economía se basa en la fabricación de juguetes o de ropa por una mano de obra barata afrontarían dificultades reales.
"Si quiere entender la amenaza que supone la impresión en 3D, fíjese en hasta qué punto China es dependiente de su sector de fabricación de productos de gama baja", señalaChausovsky.
Inventada en los años 80, la impresión en 3D es una tecnología mucho menos nueva de lo que algunos se imaginan. Pero goza de un nuevo interés porque las patentes que limitaban el uso de la tecnología original están expirando, lo que allana el camino para una competencia que debería hacer subir la calidad y bajar los precios.
"No se puede perforar un tubo curvado", subraya Chausovsky. "Con la impresión en 3D, se pueden crear productos que sería imposible producir con métodos tradicionales".
Todavía es difícil predecir las implicaciones que tendrá esta tecnología.
"Es la primera vez desde hace mucho tiempo que se produce un cambio tan radical en materia de ingeniería industrial", observa el responsable de BAE. "No estamos haciendo un simple avance, sino que estamos reinventando las reglas".
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