Uno no puede simplemente dejar estos tics verbales o palabras de
relleno; de hecho, presionarse para no usarlos podría empeorar el
problema. Este artículo de LinkedIn brinda algunos consejos.
¿Alguna vez ha escuchado una grabación de su voz? Es una de las
experiencias más horripilantes que cualquier humano tiene que soportar,
opina Paul Petrone en un post de The Learning Blog en LinkedIn.
Indefectiblemente, el sonido de nuestra voz nos hace avergonzar.
Pero luego, una vez que pasa esa sensación, usted se da cuenta de
cuántas veces dijo “um/ah” o “este…” o “¿cómo se llama?”, lo cual lo
deja emocionalmente devastado.
No se preocupe, la mayoría de la
gente tiene un tic verbal de algún tipo. Pero los mejores oradores
(periodistas, políticos, líderes de una industria) son muy influyentes
en parte porque hablan de forma clara y efectiva, sin todas esas
palabras de relleno.
Entonces, ¿eliminar los “um” y “este” va a cambiar su vida para siempre? No. Pero lo hará un orador más persuasivo y eficaz.
¿Cómo evitar esos tics verbales?
Uno no puede simplemente dejar estos tics verbales (de hecho,
presionarse para no usarlos podría empeorar el problema). En su curso de
aprendizaje en LinkedIn, Public Oral Fundamentals, la oradora
profesional Laura Bergells dedicó una lección completa a este preciso
problema, ofreciendo una solución efectiva.
Según Bergells, hay tres maneras generales de reducir estas muletillas o palabras de relleno. Ellas son:
Relajarse.
Las personas usan más palabras de relleno cuando están nerviosas. Tome
en cuenta que hablar en público no pone en riesgo su vida, nadie lo va a
lastimar, es solo una charla.
Además, si se da cuenta que está usando algunos “um”, recuerde que
no es el ‘fin del mundo’. Casi todos los usan y en su mayoría pasan
desapercibidos. Solo dígase a sí mismo que ese es su último “um” del
día, luego sonría y siga adelante.
Prepárese.
Cuanto más preparado esté, menos usará palabras de relleno, ya que esto
le ayudará a relajarse. La gente suele usar muchos “um” y “este” si no
están seguros de lo que van a decir.
Los mejores oradores saben exactamente lo que van a decir y lo
ensayan una y otra vez. Si cree que ensayar una presentación para uno
mismo es algo tonto, bueno, es mucho menos tonto que mirar perplejo a un
grupo de personas.
No lea listas.
Cuando la gente lee una lista o viñetas, suele decir “um” antes de cada
nuevo punto. Así que no solo lea una lista ante su público, algo que es
común cuando se hace una presentación de PowerPoint (además, tampoco es
exactamente la experiencia más emocionante).
Mejor cuente historias en lugar de leer diapositivas. Cuando esté
contando una historia, usará mucho menos palabras de relleno y su relato
será mucho más atractivo para la audiencia.
¿Quieres mejorar aún más?
Además de las tres reglas generales para eliminar las muletillas,
Bergells recomienda grabar su propia voz si realmente quiere ser un buen
orador.
Al reproducir el audio, escuche las circunstancias en las que
utiliza “um” y “ehh” o “¿no?”. Si usted es consciente de esas
circunstancias, es más fácil evitar que continúen.
Además, cuando se escucha a sí mismo, no se sienta mal por cada
ruido de relleno que escuche. Una vez más, casi todo el mundo usa
muletillas cuando hablan y en su mayoría pasan desapercibidos. Entienda
que con la práctica es posible que no las elimine por completo, pero
puede reducirlas sustancialmente.
"El profesor mediocre, dice. El buen profesor, explica. El profesor superior, demuestra. El gran profesor, inspira"... por William Arthur Ward
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Saludos crema